La historia de la “Mijangos” fue un hecho que conmocionó al estado de Querétaro por tratarse de un crimen tan violento en una ciudad pequeña y tranquila. Con el paso del tiempo, los ciudadanos empezaron a distorsionar la historia real, por lo que se llegó a volver una leyenda urbana de la capital. Es por eso que te contaremos los hechos verídicos acerca de este trágico hecho.
Claudia Mijangos nació en Mazatlán, Sinaloa en 1956. Estudió comercio y fue coronada reina de belleza en su estado. Se casó con Alfredo Castaños Gutiérrez, tuvieron tres hijos y, después de la muerte de sus padres, se mudaron a Querétaro, donde Claudia abrió una tienda de ropa de moda y novedades.
En la madrugada del 24 de abril de 1989 Claudia, de entonces 33 años, tomó un cuchillo y apuñaló a sus hijos. Ya había estado experimentando fuertes ataques psicóticos en los que veía demonios y ángeles y también escuchaba voces que le pedían que matara a sus hijos.
La primera persona que se dio cuenta de la tragedia fue su amiga Verónica Vázquez, que había prometido ir en la mañana a su casa. Al darse cuenta de lo ocurrido, habló de manera inmediata a la policía. El interior de la casa con número 408 de la calle Hacienda del Vegil, en la colonia Jardines de la Hacienda, presentaba una escena que parecía sacada de una película de horror: la puerta de la alcoba estaba entreabierta y se podían ver sobre la cama los cuerpos sin vida de los tres niños de la familia Castaños Mijangos, cubiertos con una colcha de color naranja, apilados uno sobre otro. A un lado de los niños estaba el cuerpo de una mujer, con sus ropas también manchadas de sangre y los ojos entreabiertos. Los policías pensaron que la mujer también estaba muerta, pero tomaron su pulso y se dieron cuenta de que todavía estaba viva. Llamaron a la Cruz Roja y los socorristas pusieron a Claudia Mijangos en una camilla y la trasladaron al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, mientras que los cuerpos sin vida de los tres pequeños fueron llevados al Servicio Médico Forense.
Claudia Mijangos Arzac está cumpliendo una condena de 30 años por el asesinato de sus tres hijos Claudia María de 11 años, Ana Belén de 9 y Alfredo Antonio de 6.
Hoy han pasado 28 años de lo ocurrido, ahora tiene 61 años de edad y se encuentra recluida desde el 19 de septiembre de 1991 en el anexo psiquiátrico del Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, al sur de la Ciudad de México. Se espera que Mijangos sea liberada en el año 2019.
Imagen de dramatización Claudia Mijangos
La casa donde sucedieron los asesinatos ha sido visitada en innumerables ocasiones por curiosos, periodistas y reporteros. Ha sido víctima de vandalismo y era el típico ritual de iniciación entre los jóvenes de secundaria y preparatoria que brincaban la reja de la casa para conocerla por dentro. Incluso se dice que hubo sectas que realizaban rituales satánicos. El lugar continúa deshabitado y se levantó un muro de cemento para evitar que la propiedad se siguiera traspasando. Hace poco surgió el rumor de que la casa estaba en venta, se desconoce si esto es cierto, pero seguramente será difícil que alguien la habite sabiendo lo que sucedió en ella.
Es difícil entender por lo que Claudia pasó y debe estar en una lucha constante con su pasado; todos estamos expuestos a enfermedades mentales y, por eso, debemos darle más importancia a nuestra salud mental y emocional, no dejar pasar síntomas que se nos presenten y hacer un trabajo introspectivo continuo, ser más empáticos y comprensivos con los demás, para que las historias como las de la familia Mijangos generen algo más que morbo y tristeza.
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